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Hace dos años, la suiza Belinda Bencic certificaba sus buenos antecedentes llegando a colocarse como número siete del mundo. En 2015 ganó Toronto con solo 18 años y un futuro brillante la esperaba.
Claro que las lesiones fueron apareciendo de forma sorpresiva y detuvieron ese progreso. Se empezó a hablar más de sus cuestiones físicas que por los resultados logrados de la helvética. Hoy, dos años después, luego de superar un nuevo proceso de 60 días sin competencia oficial, parece sentirse mejor y así lo expresa en la web de la WTA.
"Estoy intentando ponerme en forma, pero a la vez en busqueda de conseguir resultados. Fueron ocho semanas duras, de descanso pero intenté mantenerme en buena forma para estar lista para el regreso. Aún sin competencia, decidí ir a jugar Roland Garros, donde gané una ronda y en la siguiente instancia no jugué mal.
En esta parte del año, me siento muy cómoda en la hierba. Preciso ganar varios partidos para volver a sentirme realmente bien. La sensación de estar al 100% la vas ganando cuando jugas varios partidos en un mismo torneo.
Es algo automático y yo perdí eso". La jugadora de 21 años actualmente es 60 del mundo y se reconoce autoexigente: "A veces soy muy exigente conmigo mismo. Me comparo con mi mejor versión y eso puede llevar a destruirte, porque las espectativas son muy elevadas por lo general..
Siempre intento hacer todo perfecto tanto en los entrenamientos como en la competencia. Pero nunca tengo que perder de vista lo bueno que es estar nuevamente compitiendo, aún perdiendo".