Los secretos de Maria Sharapova: entrenamiento, dieta, Harvard y Bollettieri

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Si la carrera de Maria Sharapova ha sido lo que ha sido, es sin duda gracias a su talento innato para el tenis, pero Nick Bollettieri le ha aportado sin duda una gran contribución. Su año decisivo fue 1993, cuando la pequeña Maria conoció a la leyenda Martina Navratilova, que vio en ella un potencial fuera de lo común y por eso aconsejó a sus padres que la inscribieran en la Academia IMG, dirigida por Nick Bollettieri.

Al ser demasiado pequeña, Maria tuvo que esperar a su noveno año para poder ingresar en ella y lo hizo gracias a una beca de IMG que, viendo su enorme talento, pagó la cuota anual, que ascendía a la suma de 35 mil dólares.

A principios de 2022, Maria Sharapova había concedido una entrevista en la que destacaba el ascendiente que Nick Bollettieri tuvo sobre ella y lo decisivos que fueron sus sabios consejos para conseguir una carrera exitosa como la que ha tenido.

Los secretos de Maria Sharapova

Maria se entrena con una mezcla de ejercicios de peso corporal y sesiones con pesas, clases de kickboxing y entrenamiento funcional realizado en el parque, en la playa, en el parque. Además, suele utilizar tobilleras para intensificar la carga de trabajo.

También practica sentadillas, flexiones y yoga. Sobre la dieta, dice: "Empiezo el día de forma saludable, bebo mucha agua con limón, lo he hecho toda mi carrera, luego batido verde con col rizada, limón, espinacas y a veces una manzana pequeña o un aguacate.

Suelo acompañarlo con tostadas de centeno. Hoy en día no soy demasiado exigente con la comida y tengo que decir que soy mucho menos exigente que cuando jugaba". Antes se matriculó en la Harvard Business School para estudiar Economía, tras ser sancionada por dopaje.

Desde 2018, a la exestrella rusa se la relaciona sentimentalmente con el empresario británico Alexander Gilkes, con quien tuvo este mismo año a su primer hijo, Theodore. María Sharapova fue una de las grandes estrellas del circuito profesional en los últimos años, no solo por su gran nivel de juego, también por su belleza, atrayendo a grandes marcas y numerosos fanáticos.

La oriunda de Siberia ganó los cuatro Grand Slams, cinco consagraciones en total, que la llevaron a la primera posición de la WTA. La rusa luchó con una lesión en el hombro y se retiró del circuito en febrero del 2020.