La final femenina de la 50° edición del Abierto de los Estados Unidos será más recordada por una Serena Williams que perdió los estribos ante los "warnings" del juez de silla Carlos Ramos, que por ser la primera gran consagración de la japonesa Naomi Osaka en un torneo de esta categoría.
Más allá del bochornoso episodio, la campeona de 23 títulos de Grand Slam tuvo un gesto de grandeza con la joven asiática de 20 años, que no entendía del todo lo que pasaba y que se sentía mal por los abucheos en el estadio Arthur Ashe durante la ceremonia de premiación.
La menor de las hermanas Williams felicitó y elogió a la nueva número siete del mundo por su hazaña deportiva en un momento donde pidió que no le hicieran preguntas.
"Solo quiero decirles que ella jugó bien, es su primer Grand Slam.
Hagamos de este momento lo mejor, lo voy a superar... pero no le saquemos el crédito a los que lo merecen. No ofendamos a nadie, seamos positivos. Felicitaciones Naomi, no más abucheos. Gracias a mi equipo, son increíbles.
Gracias al público, son los mejores del mundo. Espero seguir jugando y estar aquí el año que viene. Ya veremos", fueron las palabras de una ex número uno del mundo que no pudo contener las lágrimas mientras daba su discurso. "Fue duro para mí, pero muchas gracias", concluyó.
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