Serena Williams: Estoy llegando, todavía no siento que estoy allí

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Si algo deseaba el mundo del tenis era ver a una legendaria jugadora como Serena Williams volver, recuperar su juego después de convertirse en madre en septiembre del año pasado, una atleta que intentó volver para Indian Wells y Miami donde quedó comprobado que no había recuperado su físico y el ritmo competitivo.

Tras el trabajo que realizó en Francia junto a su entrenador, Patrick Mouratoglou, la 23 veces campeona de Grand Slam volvió al tour para jugar su primer Grand Slam como madre, Rolang Garros, donde solo una lesión en el pectoral detuvo su ritmo.

Las semanas pasaron y la norteamericana afinó detalles en una superficie que le ha dado tanto y en la que ella ha brindado tanto tenis, una relación simbiótica que parece renacer en el verde y sagrado pasto de All England.

Ganó en la primera ronda, contundencia que mantuvo en su segunda presentación, partidos cortos, necesarios para una tenista que este martes pasó 66 minutos en Cancha Central.

Sonrió, celebró, apretó el puño como en el resplandeciente pasado, celebrando una nueva conquista, un rugido que advierte a todas las que quedan vivas en el cuadro femenino y donde ya no están nombres como Wozniacki, Sharapova, Svitolina, Stephens o Kvitova.

La ex número uno del mundo se medirá a la gala Kristina Mladenovic, pero antes pasó por conferencia de prensa para analizar su camino hasta ahora en Londres. "Fue mejor que mi primera ronda, así que estoy feliz de estar yendo en la dirección correcta", le dijo a la BBC.

"En mi otro partido no me moví mucho, pero me he estado moviendo mucho mejor desde París, así que eso son viejas noticias. Estoy llegando, todavía no siento que estoy allí, pero espero llegar allí, no solo para Wimbledon, sino también para los torneos que jugaré en el futuro", explica la menor de las hermanas Williams.

"Wimbledon hizo algo tan bueno con la siembra", soltó Williams cabeza de serie número 25 para este torneo, movimiento que queda justificado con su acceso a la tercera ronda, aunque en el vestuario femenino tenga sus detractoras.