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Con más de 20 años de carrera profesional, Roger Federer ha crecido, madurado dentro y fuera de las canchas de tenis, erigiéndose como un modelo a seguir para sus propios compañeros y admiradores, un tenista que quiere dejar un legado más allá del deporte, como un ser humano.
"Solo espero que me recuerden como uno de los buenos, justo, como un ídolo para los niños, porque eso es lo que necesitaba para empezar", dijo el derecho de 37 años. "No sé lo que se necesita para ser recordado por todas estas cosas.
Esto solo será respondido una vez que mi carrera termine. Estoy tan feliz de cómo van las cosas. Estoy muy orgulloso de todos mis resultados y de la forma en que manejé las cosas. Es duro. Todas estas entrevistas, todo este viaje.
La vida no siempre es fácil. Pero es una gran vida, y no la cambiaría por nada. No sé cómo me recuerdan. Ustedes escriben las historias. Entonces solo tienes a los fanáticos de todo el mundo, lo que me ha sido de gran ayuda.
Nuevamente lo viste, la ovación de pie. Realmente aprecian el trabajo duro y eso es genial".
Federer es una persona que respeta el pasado, sus leyendas y las tradiciones del tenis. ¿Alguna vez ha pensado en revivir saltando sobre la red después de un gran partido? "Eso es lo que solían hacer.
Pasé junto a la red contra Youzhny para darle la mano. Sí, nunca se sabe. Podría pasar". ¿Por qué desapareció en el tenis? "No lo sé. Tal vez sentimos que es irrespetuoso saltar por la red, como acortar el camino para el oponente.
No tengo ni idea. Creo que tiene que ver más con esperar en la red, respetar a la otra persona. Creo que tiene que ver más con eso honestamente que cualquier otra cosa. ¿Cuándo se detuvo? Probablemente en los '70s, '80s.
Creo que ha pasado bastante tiempo. Pero si lo hago, sabes que es por ti (sonriendo). Me recordó hacerlo".