El año fue brillante para el número uno del mundo, Novak Djokovic, quien conquistó el Abierto de Australia, Roland Garros y el US Open en cuanto a Grand Slams se refiere, triunfos que lo llevaron a ascender a los 24 Majors, el más ganador de la historia.
Después de Wimbledon, el balcánico no ha conocido la derrota, pero hasta ganar en el Abierto de Francia no había podido ser tan dominante como lo fue en este cierre de temporada. El oriundo de Belgrado ha dejado una sorprendente confesión sobre su tercer triunfo en Roland Garros, donde derrotó a Casper Ruud en la final, campeonato al que llegó con muchas dudas, como el propio Djokovic lo reveló, ya que había perdido en los torneos anteriores que jugó sobre arcilla, cayendo en los cuartos de final de Roma, octavos de Montecarlo y Banja Luka.
Djokovic: Dudaba mucho de mi juego antes de Roland Garros
Tras ganar por séptima ocasión las Finales ATP, Djokovic reveló sus más grandes aprendizajes de este año, donde vivió algunos momentos complicados en lo deportivo.
"Empecemos por el jugador. Aprendí y confirmé una vez más que el calendario y la programación adecuados me están dando los beneficios y los resultados que quiero. No estaba muy contento con mi temporada en tierra batida hasta Roland Garros, dudaba mucho de mi juego.
Pero tengo un gran equipo de gente a mi alrededor que me recuerda que debo confiar en el proceso. Normalmente en los Grand Slams soy un jugador diferente, y es verdad. Creo que ganar el 23º Slam en París fue uno de los puntos de inflexión de la temporada para mí.
Eso me dio alas para el resto del año. Desde entonces, he perdido dos partidos y he ganado muchos torneos", dijo Djokovic. A continuación, el dueño de 98 títulos profesionales detalló la importancia de tener el balance correcto entre todas las facetas de su vida.
"Como persona, el equilibrio de la vida privada y profesional es la clave. Es diferente para cada uno. Todos somos individuos diferentes", concluyó Novak Djokovic.