Jannik Sinner está considerado como uno de los integrantes del nuevo "Big Three" del tenis profesional, aquel trío que conformaron en su versión original Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. Ahora, junto a Carlos Alcaraz y Holger Rune, el transalpino ha sido elevado como una de las grandes estrellas del presente y futuro del juego.
Su crecimiento ha sido constante y regular, a pasos medidos, calculados y que ha ido dando de la mano de Simone Vagnozzi y del experimentado australiano Darren Cahill, a quien ha profesado estima y admiración.
Cahill: Sinner tiene hambre de éxito y eso se le nota en los ojos
"Lo mejor de mi relación con Darren es sobre todo lo bien que nos entendemos, especialmente fuera de la cancha.
Es una buena persona, muy humilde y encaja perfectamente en nuestro equipo. Obviamente tiene mucha experiencia, así que sabe cómo manejar ciertas situaciones, lo cual es estupendo", dijo Sinner sobre el coach que ha trabajado con figuras como Andre Agassi o Lleyton Hewitt.
Estas palabras fueron tomadas por el propio entrenador oceánico, quien también respondió con grandes palabras al mejor jugador italiano en la actualidad. "Mi papel en el equipo es más de experiencia.
Jannik como atleta es muy parecido a lo que es como persona, y creo que eso dice mucho de quién es. Con él no hay pretensiones. Es apasionado, divertido, no tiene miedo a sonreír. Puede ser un bromista, pero tiene hambre de éxito y eso se le nota en los ojos.
Sé que le llaman zorro, pero por dentro es un tigre'", reveló Cahill en una charla con el programa "Al Descubierto" con la ATP. "Si hay honestidad y sinceridad en la relación jugador-entrenador, esa relación será mejor, aunque la verdad a veces pueda doler.
Ése es el tipo de relación que siempre se busca", añadió. El campeón del Masters 1000 de Toronto volverá a la acción en el ATP 500 de Pekín tras perderse la Copa Davis, una etapa del año en la que buscará asegurar su presencia en las Finales de la ATP.