No me importa lo que piense la gente: Kyrgios antes de los cuartos de Montreal
by LEONARDO GIL | LEER 1500
Aprovechando su final de Wimbledon, su éxito en Washington y sobre todo su prueba de supervivencia con Daniil Medvedev. Dicho, hecho para Nick Kyrgios que superó sin especial dificultad el derbi con Alex De Miñaur a pie de los cuartos de final en el '1000' de Montreal.
"Nunca es fácil jugar contra un amigo", dijo en su rueda de prensa. "Durante el día no me había sentido demasiado bien, así que estoy sorprendido por el rendimiento que he conseguido tener durante el partido.
He seguido perfectamente el plan de partido y estoy muy satisfecho con lo que estoy haciendo", reiteró con gran confianza. "Ahora mismo estoy en mi mejor momento de confianza a pesar de estar cansado. Sigo pegando muy bien a la pelota y sirviendo como siempre, pero estoy especialmente contento con cómo me manejo desde la línea de fondo en los intercambios prolongados.
Hay muchas cosas que me empujan a encontrar la motivación adecuada, pero obviamente estoy cansado", confirmó en vísperas de su partido de cuartos de final contra Hubert Hurkacz.
Kyrgios: No me importa si no le gusto a la gente
Kyrgios confirmó que sintió el cambio de la Pista Central a la Pista 1 con un velo de controversia.
"Podrían haberme dado más tiempo para adaptarme. Digamos que quiero terminar en el menor tiempo posible, gane o pierda. Terminar el partido y marcharme fue un alivio, no puedo decir que lo haya disfrutado en absoluto".
El talentoso australiano pasó a analizar su persona fuera de la cancha. Un personaje sin medias tintas, pero genuinamente sincero. "No me importa si no le gusto a la gente. Si no les gusta mi tenis, mi forma de vestir o mi manera de estar en la pista.
Desde el principio de mi carrera, todo el mundo tiene una imagen de mí derivada del modo en que me comporto cuando juego. Una imagen que no podría estar más lejos de la realidad. Lo que se ve en la cancha no refleja mis valores fuera de ella y la gente que me rodea lo sabe perfectamente.
También creo que para ser un deportista de éxito hay que tener dos personalidades distintas: una en cancha y otra fuera de él. No se puede ser una persona súper generosa y amable tanto dentro como fuera de la cancha, si fuera así sería un muy mal jugador", concluyó.