Frances Tiafoe, con maestría y gran destreza, supo remontar un pesado pasivo y llegar a la final del ATP 500 en Viena. El estadounidense, abajo por un set e incluso un break en el segundo set, empezó a jugar de mejor, acercando al público a su lado y haciendo que el italiano perdiera el control absoluto del partido de semifinales.
Una tarea perfectamente exitosa, con el de Tirol del Sur que vio la misma escena del Us Open con Monfils, solo que esta vez el resultado no lo recompensó. Es importante reconocer los méritos del estadounidense, capaz de transformarse repentinamente y jugar un desafío espacial, encontrando rincones imposibles varias veces y neutralizando el excelente plan de partido del talentoso joven de 20 años, quien no pudo conseguir el segundo quiebre de ventaja y tampoco aprovechó la oportunidad de servir para cerrar la disputa.
La polémica en la rueda de prensa
Frente a los medios, el nuevo número 9 del mundo atacó el comportamiento del joven de 23 años, que según él ha superado el límite y no fue respetuoso (dando ejemplos).
La respuesta del estadounidense fue inmediata: “Ha sido una semana larga para mí. Traté de divertirme e involucrar a la multitud, traté de averiguar si se pondría un poco nervioso. Sé cómo hacer que los espectadores me respalden, algunas líneas y esas cosas, y luego comencé a jugar ar de manera increíble.
El público en las gradas marcó la diferencia”, palabras recogidas por la ATP. En la final tendrá que enfrentarse a un muy sólido Alexander Zverev, campeón olímpico, que superó Carlos Alcaraz.
El objetivo del estadounidense es claro: “Se enfrentará a este partido. He jugado un excelente tenis toda la semana y ahora quiero ganar la competencia", agregó y concluyó. Tiafoe tendrá la oportunidad de reingresar al top 35 del ranking mundial.
Pero primero tendrá que "demostrar que merece la pena", superando al alemán de 24 años, en gran forma y dispuesto a luchar con los más fuertes en Paris-Bercy pero sobre todo en la tan esperada final de Turín.