En el informe trimestral que la Unidad de Integridad del Tenis (TIU) ha publicado, se ha llegado a graves conclusiones al detallarse que les fueron reportados nada menos que 86 partidos identificados como sospechados de haber sido amañados, entre el mes de abril y junio, una cifra muy superior a la media entre 2016 y 2017, donde no se llegaron a superar los 60 encuentros de potencial riesgo.
Solo se tiene constancia de que uno de ellos se produjera durante Wimbledon 2018, correspondiendo la inmensa mayoría a eventos ITF y Challenger. Mucho menor es el número de partidos femeninos bajo sospecha, habiendo tan solo dos del circuito WTA y ocho del ITF.