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Encuentro difícil, exigente, de esos que motivan e impulsan a cualquier jugador, pero sobre todo a uno como Novak Djokovic que necesita de esta intensidad y este tipo de victorias para volver a ser aquel temible tenista al que nadie podía batir.
Esta vez, en tercera ronda el tres veces campeón de Wimbledon ha derrotado a la esperanza local, Kyle Edmund, con marcador final de 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4 en casi tres horas de duelo, triunfo que lo ubica en los octavos de final.
El partido comenzó con todo, altas revoluciones desde el primer parcial con un Edmund lanzado al ataque gracias a una derecha imparable, capaz de tumbar a cualquier retador, incluso a uno como Novak Djokovic, de esos pocos que pueden desarmar cualquier ataque, pero que también luchó con sus emociones en un partido que se calentó muchísimo por momentos.
Con una paridad intensa, Edmund fue el que pegó primero en una Cancha Central volcada con su jugador y que por momentos sacó de foco al serbio. Tras un error del balcánico con una pelota a la red y una formidable derecha que terminó por darle el primer quiebre del partido en el séptimo juego, una distancia que sería definitiva en el primer parcial, ese que se iría a las manos del tenista local por 6-4.
Pero la bestia de Belgrado, en el mejor sentido de la palabra, despertaría tras el primer impacto. Djokovic reorganizó sus ideas y consiguió notables jugadas en un set donde cada juego fue muy luchado, ninguno podía ganar el saque con facilidad.
Todos al borde de sus asientos, y un Djokovic al borde de sus emociones, brindaron un espectáculo para recordar. El serbio consiguió el ansiado quiebre ante un Edmund que no tuvo ni una oportunidad de rotura, un parcial donde apareció el "viejo" Novak para igualar elm marcador.
Despierto y muy agresivo, el tres veces campeón de este torneo elevó más su nivel ante este jugador dispuesto a luchar por un lugar entre los mejores del mundo, ese que sintió el apoyo de su gente en un partido donde la tensión fue más que palpable, incluso Djokovic celebraba sus puntos con besos y gestos hacia la grada.
Finalmante, fue el ex número uno del mundo el que cerró el duelo, ese frío jugador que no se dejó influenciar por lo que ocurría a su alrededor, y que firmó un triunfo que ya lo mete entre los 16 mejores del torneo, donde jugará ante el ruso Karen Khachanov, quien derrotó al estadounidense Frances Tiafoe.
El serbio presenta su candidatura, todo apunta a que Djokovic ha vuelto.