El día del comienzo del Open de Australia está cada vez más cerca. El primer Grand Slam del año arrancará el 16 de enero y concluirá con la final masculina el 29 del mismo mes. Antes, sin embargo, estarán las rondas de clasificación, que comenzarán la semana anterior a la primera ronda australiana, donde muchos tenistas que se han clasificado para esta ronda preliminar entrarán en juego con el objetivo de entrar en el cuadro principal.
Hablando de eliminatorias en ediciones anteriores, la organización australiana garantizaba la entrada gratuita para ver estos partidos, que eran una oportunidad ideal para atraer a posibles nuevos aficionados a un escenario único.
Sin embargo, debido al esfuerzo económico realizado especialmente en los dos últimos majors por la famosa burbuja sanitaria para evitar contagios covídicos, este año incluso los clasificados tendrán que comprar un cupón para ver los partidos programados.
La organización, sin embargo, para evitar posibles polémicas por parte del público y de otras personas, ha decidido con su presidente Craig Tiley incluir en la entrada (10 $ para adultos y 5 $ para niños) la posibilidad de asistir a una sesión especial de entrenamiento en el Rod Laver Arena.
Podrás ver un set entre los atletas más fuertes del mundo
Entrenamiento especial porque no será una simple sesión, sino que los jugadores tendrán recogepelotas en la pista y se les pedirá que jueguen un set en la sesión de entrenamiento de 75 minutos, por lo que también contarán con un juez de silla.
Esta solución, entre otras cosas, podría garantizar que los jugadores también adquieran un buen ritmo de competición con vistas a los partidos oficiales que se disputarán más adelante.
Estas sesiones de formación comenzarán a las 15.30 horas. La decisión de garantizar este entrenamiento a los aficionados que acudan a la fase previa podría interpretarse también como una reacción más a las presiones procedentes de China y, sobre todo, de Oriente Próximo, con varios países que han hecho varias ofertas para albergar el primer slam del año, aprovechando la actual falta de inversión de las autoridades de la tierra de los canguros y la complicada situación económico-financiera de la organización del torneo.
El primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia, se ha celebrado históricamente en el continente oceánico, reuniendo a los mejores jugadores del mundo en una serie de torneos que dan inicio oficial al nuevo calendario, un torneo que también se ha dado a conocer por su gran ambiente, ganándose el cariñoso nombramiento como el "Happy Slam".