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Por alguna u otra razón, Nick Kyrgios se está quedando corto de las expectativas que se tienen depositadas en él. A sus 23 años, lejos de ir bajando en el ranking ha ido perdiendo lugares y cerró el 2018 como el número 35 del mundo, aunque lejos de preocuparse, el australiano aseguro que va por el camino correcto.
“Siento que he descubierto qué es lo que me funciona. Las largas giras lejos de casa, jugar torneos innecesarios y enfocarme en cosas que no me importan personalmente fue lo que me agotó esta temporada.
Estuve en algunos lugares y momentos oscuros este año, eso seguro. Estando en la carretera, estuve en algunos lugares muy oscuros. Sé que tengo que afrontar una agenda mucho menos cargada, más ligera de torneos, jugar solo los eventos que realmente quiero jugar y el resto del tiempo dedicarlos a poner mi atención en la Fundación NK.
Cuando pienso esto siento muy buenas vibraciones. Al final del día es de lo que se trata, así que genial”, comentó Kyrgios para un diario de su país. “Estoy viendo a psicólogos para tratar de mejorar mi salud mental, creo que estoy creciendo como persona.
Tener mi fundación en marcha ahora mismo es muy especial, realmente quiero centrar gran parte de mi atención en esto. Tuve que sentarme y pensar en lo que me hizo feliz estos años. Abrí los ojos al ver a los niños que no tienen la oportunidad de practicar deportes, me entraron ganas de darles la oportunidad de hacerlo.
Ahí fue donde descubrí qué era lo que necesitaba para ser feliz”, añadió el talento jugador ‘aussie’ quien parece estar mucho más claro en sus ideales.